Los vehículos eléctricos se posicionarán dentro de los próximos años como referentes del mercado, sin embargo, su precio limita en ocasiones a muchas personas que desean adquirirlos. Pero, ¿por qué son tan costosos?

El interés por los vehículos eléctricos ha aumentado de forma considerable durante los últimos años. Tesla comenzó un camino donde parecía que estaría solo, pero con el transcurrir del tiempo ha sido acompañado por numerosos fabricantes del sector automotriz, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Esto se debe a la necesidad de adaptarse a un futuro más sostenible, por ende, las compañías de autos tienen la obligación de reducir las emisiones de carbono para intentar frenar los efectos del cambio climático.

Dicha obligación aunado al hecho de reducción de gastos en combustible y mantenimiento de motores e combustión ha elevado la popularidad de los coches propulsados por electricidad, dado que al adquirir uno desaparecen los dolores de cabeza que genera el pago de la gasolina.

Sin embargo, el precio final de un vehículo eléctrico no es tan sencillo de manejar para todos. Los elevados precios se han convertido en el obstáculo para muchos interesados en llevar uno a casa.

En su mayoría, las personas apelan por solicitar créditos bancarios para costear el precio del coche, y aunque el pago se realice en cuotas mensuales, no deja de representar un monto total significativo. Pero, ¿Por qué los vehículos eléctricos son tan costosos?

Existen múltiples factores en juego para calcular el precio de un coche electrificado, desde la cadena de suministro, líneas de montaje y demás. Aunque, el elemento que más influye en el costo final son las baterías, la pieza principal que le da vida al coche.

Los paquetes de batería son de extrema importancia para la vida útil del auto, influyendo en su rendimiento de forma directa. Por ello, cada vez más se deben fabricar de forma minuciosa, detalla y sobretodo tecnológica.

Todo esto trae consigo una inversión significativa en investigación, desarrollo y producción, que finalmente influyen en el costo del vehículo. También, en el mercado actual son pocos los fabricantes que se dedican a realizar componentes para baterías, resultado en precios elevados al momento de comprarlas e importarlas. Por esta razón, los fabricantes de coches trabajan en contar con sus propias instalaciones de producción de baterías, entre los que destaca Tesla con sus celdas 4680.

Finalmente, esta combinación de factores hace que el precio final del auto sea alto, pero sin duda alguna vale la pena realizar un esfuerzo e inversión en este sentido. En primer lugar porque se contamina menos y luego por la reducción de gastos de gasolina y mantenimiento.

Fuente: https://laopinion.com