Como observó el presidente electo Joe Biden durante su segundo debate con el futuro ex presidente Donald Trump, debemos comenzar la transición de los combustibles fósiles. Biden y la mayoría de los demás observadores racionales entienden que esta será una transición gradual y difícil. Mientras que aquí en la ciudad de Nueva York, la fuente más grande de gases de efecto invernadero son nuestros edificios, en el resto de Estados Unidos la fuente más grande es el transporte. La segunda mayor fuente de gases de efecto invernadero a nivel nacional proviene de la generación de electricidad. Para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, debemos cambiar la generación de electricidad de combustibles fósiles a energías renovables y debemos pasar del motor de combustión interna a los vehículos eléctricos.. Esta transición requerirá nueva tecnología derivada de la investigación y el desarrollo patrocinados por el gobierno, la reforma institucional de las empresas eléctricas y sus reguladores gubernamentales, y el rápido desarrollo de nuevas capacidades de producción del sector privado.

El mercado por sí solo no producirá los cambios necesarios, pero el mercado puede ofrecer elementos clave de descarbonización. Tesla ya ha demostrado que existe al menos un nicho de mercado para los vehículos eléctricos, y la semana pasada General Motors apostó el rancho por un mercado masivo. Como informó Neal E. Boudette en el New York Times :

“Durante los últimos años, Tesla no solo ha dominado el mercado de los coches eléctricos, sino que también ha cautivado la imaginación de los inversores, un fenómeno que ha elevado su valor de mercado a alturas estratosféricas a pesar de que apenas ha comenzado a generar beneficios constantes. Ahora General Motors está planeando un esfuerzo total para ponerse al día con Tesla, en ventas de vehículos eléctricos y en captar la atención de los inversores. En una presentación a analistas financieros el jueves, el fabricante de automóviles dijo que estaba acelerando los planes para introducir autos y camiones eléctricos en los próximos cinco años, y esperaba gastar $ 27 mil millones para 2025 en el esfuerzo, frente a un presupuesto anterior de $ 20 mil millones. "

La ironía de este aumento de la inversión es que los fondos adicionales se generaron durante el verano a partir de ventas superiores a las esperadas de SUV de alto rendimiento y consumo de gasolina. GM no está apuntando a un nicho de mercado y está pensando mucho más al planear introducir 30 modelos de vehículos eléctricos en los próximos años. GM venderá Hummers, Cadillacs, camionetas y SUV eléctricos. Los vehículos eléctricos de GM tendrán una batería con un alcance de 450 millas y ese alcance crecerá a medida que la tecnología continúe desarrollándose.

GM no está solo en ingresar al mercado de vehículos eléctricos, como observó Boudette del Times :

“Ford ha dicho que gastará $ 11.5 mil millones en vehículos eléctricos en un período de cinco años que terminará en 2022. Volkswagen dijo recientemente que gastaría 73 mil millones de euros en electrificación durante los próximos cinco años. En los próximos meses, Ford planea comenzar a vender un modelo clave en su impulso de EV, un SUV a batería con el nombre de Mustang . VW presentará un SUV eléctrico, llamado ID4, a principios del próximo año. BMW, Toyota, Nissan, Fiat Chrysler y otros también están haciendo inversiones sustanciales en vehículos eléctricos "

Para muchos estadounidenses que viven en hogares suburbanos con entradas para vehículos y garajes, la capacidad de cargar sus vehículos eléctricos ya está presente. Simplemente necesitan limpiar parte de la basura que están almacenando en su garaje y encontrar una toma de corriente para enchufar. Para aquellos de nosotros que vivimos en ciudades o personas que viajamos fuera de casa, se deben construir estaciones de carga públicas. Los estacionamientos y garajes son los lugares lógicos para instalar estaciones de carga y se podrían usar tarjetas de crédito o teléfonos inteligentes para permitir que los conductores paguen por la electricidad. En algunos lugares, los parquímetros en la vía pública pueden convertirse en estaciones de carga. Pero todas estas instalaciones aún deben construirse. Teslaya ha creado su propia "red de supercargadores" con 2.000 ubicaciones y 20.000 cargadores. Afirman que el costo de un cargo es menor que el costo de un llenado de gasolina. Si bien la red de carga de Tesla puede funcionar para un nicho de mercado, está lejos de ser suficiente para un mercado masivo. Para acelerar el mercado masivo, parte de la infraestructura requerirá un subsidio público, o al menos una inversión de capital público que se reembolsará mediante tarifas de cobro de vehículos.

Además de la infraestructura de carga, el consumidor estadounidense debe estar convencido de que el vehículo eléctrico es mejor que un vehículo con motor de combustión interna. Durante una generación, ambos existirán uno al lado del otro y deberíamos esperar que desde el principio cada EV fallido sea una noticia. Es posible que los talleres de reparación que se ganan la vida con los vehículos motorizados de hoy no ganen tanto dinero con los vehículos eléctricos, ya que tienen menos piezas móviles y requieren menos trabajo de reparación. Además, los mecánicos de automóviles necesitarán aprender las nuevas tecnologías y algunos no estarán dispuestos a volver a capacitarse. Los talleres de reparación de automóviles han aprendido a reparar automóviles modernos cargados de computadoras, por lo que hay razones para creer que algunos se adaptarían a los vehículos eléctricos. Las empresas automotrices saben cómo comercializar vehículos y los miles de millones de dólares y euros en juego los motivarán a aprender a transmitir las ventajas de los nuevos modelos que están construyendo. Pero el proceso llevará tiempo y la única forma de acelerarlo es que el gobierno otorgue subsidios a los consumidores.

Los primeros vehículos eléctricos cuestan más de comprar pero menos de operar. Para las personas adineradas, el mayor costo de capital no es un obstáculo para la compra. Con el desarrollo de un mercado masivo y una nueva tecnología, podemos esperar que el precio baje, pero eso también llevará tiempo. Durante unos años, el gobierno podría eliminar los impuestos sobre las ventas y los impuestos especiales sobre los vehículos eléctricos, podría proporcionar un crédito o deducción fiscal y podría reactivar el programa "dinero por cacharros" para acelerar el retiro del motor de combustión interna. Nada de esto será popular entre la industria de los combustibles fósiles y se debe esperar su continua oposición a la descarbonización.

California ya está en camino de poner fin a las ventas de vehículos no eléctricos para 2035 y, para ser efectivos, los objetivos adoptados en California deben adoptarse en todo el país. Los objetivos son aspiracionales y tienen valor, pero sin un plan comercial y de implementación, no tienen sentido. La difusión de nueva tecnología es un proceso complejo y rara vez es ordenado. Hay muchos ejemplos de nuevas tecnologías que reemplazan a las antiguas. Los teléfonos inteligentes han reemplazado a la mayoría de los teléfonos fijos, pero no a todos. La transmisión de música y video han reemplazado a las cintas y los discos, pero el mercado de los discos de vinilo está regresando. Mucha gente lee libros electrónicos, pero muchos todavía prefieren los libros en papel. Las prohibiciones gubernamentales de productos tienen un historial negativo: solo es necesario examinar el caso del consumo de alcohol durante la Prohibición y el consumo de marihuana en la actualidad. La prohibición provocó un auge en el consumo de alcohol. La inducción y los incentivos funcionan mejor que las sanciones y el castigo para influir en la mayoría de los comportamientos. Obviamente, comportamientos como el asesinato y el robo requieren un castigo, pero la compra del auto “equivocado” no debe ser penalizada.

La política de descarbonización del gobierno debe diseñarse para acelerar la transición de los combustibles fósiles. Se debe alentar a las empresas de combustibles fósiles a que se redefinan a sí mismas como empresas de energía y se debe diseñar una política federal para pagarles por mantener sus combustibles fósiles en el suelo e invertir capital en energías renovables. Así como GM utilizó las ganancias de los SUV para invertir en vehículos eléctricos, se debe alentar a las compañías petroleras a que usen sus ganancias para invertir en energía renovable. El gobierno federal debe invertir en transporte masivo, infraestructura de carga e investigación y desarrollo de descarbonización. El objetivo debe ser recompensar el comportamiento que acelera la transición y no castigar a quienes se resisten al cambio.

Los detalles de este proceso son complejos y, en ocasiones, pueden parecer abrumadores. Cometeremos muchos errores en el camino y habrá batallas políticas campales entre pragmáticos e idealistas y entre quienes buscan el cambio y quienes lo resisten. Sin embargo, con voluntad política y agilidad, estos cambios se pueden hacer en Estados Unidos y luego compartir con el resto del mundo. El problema climático solo se puede abordar a nivel mundial. Como diría Rene Dubos, tenemos que pensar globalmente mientras actuamos localmente; pero la responsabilidad de Estados Unidos es ayudar a otras partes del mundo que carecen de recursos a actuar localmente junto con nosotros.

Los vehículos eléctricos y la infraestructura necesaria para soportarlos son elementos críticos de una estrategia de descarbonización. Para aquellos que creen que el gobierno no debería jugar un papel central en esta transición, recuerden que el gobierno siempre ha jugado un papel central en la construcción de infraestructura de transporte; Las carreteras, las carreteras interestatales, los puertos, los canales, los trenes y los aeropuertos se han construido a través de una asociación entre los sectores público y privado. Necesitamos revitalizar esa asociación ahora.

Fuente: https://blogs.ei.columbia.edu/2020/11/23/electric-vehicles-decarbonization/